sábado, 30 de septiembre de 2017

Estrés y ansiedad en animales de compañía, cómo detectar el maltrato Cadena del maltrato:
El perro es un ser dependiente por las razones de nuestro mutuo proceso evolutivo, tiene un arma en la boca pero esta tremendamente indefenso ante la agresividad activa y pasiva de los humanos. Pertenece a una manada inter especie, así que todo lo que le ocurre a la familia influye en el. Manada estresada: Pagar poco—después de manifestación—mamá no le alcanza la quincena—menos sobras para el perro—no salgo a pasear estoy deprimido—la comedia es más interesante—niño frustrado no tiene el celular más reciente—no juego con el perro. Nos recuerdan estilos de vida saludable---ejercicio y juego en familia Amo gordo—perro gordo y a veces diabético Perro inactivo: nervioso, inseguro, agresivo --- conductas atípicas Desesperanza aprendida Seligman : comprobó rápidamente que los perros aprendieron que sin importar la respuesta que ellos tuvieran, no podían controlar el choque. Es a este proceso de pérdida de capacidad para rebelarse y controlar las situaciones que se le llamó desesperanza aprendida. Neurosis-no hay en la naturaleza Estrés crónico y agudo Salen de patrones de conducta des adaptativa Lesiones con diferente tiempo de evolución Detección de patrones en los humanos—impulsividad, inestabilidad, agresividad ya que permanecen en casa, patio o azotea--- abandono. Me desquito con el perro No tiene sus necesidades básicas cubiertas (negligencia) Acumulador (arca de Noé) Lo que no das lo pierdes Si permitimos que nuestros animales se destruyan, nos vamos destruyendo a nosotros mismos. Razones: El perro no deseado, por algún familiar, bien por venir a romper el normalmente precario equilibrio económico de la pareja, "no respondieron" a las esperanzas deseadas en la adopción. Y, por último, también son víctimas de malos tratos los "perros difíciles", viejos, con enfermedades crónicas, hiperactivos, etc. El discapacitado tiene mucho riesgo para ser maltratado y abandonado. Lo utilizan en: Separación de pareja—nido vacío--atacar a la pareja o los hijos Status social. Los malos tratos se dan con más frecuencia en familias numerosas conviviendo en un espacio reducido, aislamiento social. El desempleo es igualmente un potente factor condicionante (Perro semi callejero) Violencia Química: alcohol, medicamentos, droga. Falta de cuidados: , rastas, pulgas, garrapatas, falta de pelo, desnutrición, parásitos, abandono. Abuso sexual: ?? Violencia física: huesos rotos, laceraciones, quemaduras, hematomas, cicatrices, Explotación comercial Síntomas La desconfianza hacia las personas, en especial hacia aquellas no habituales en su entorno, es una de las primeras señales que revelan que un perro puede estar sufriendo abusos, físicos o psicológicos, por parte de su dueño. La incapacidad de relacionarse es una anomalía en una animal de manada como el perro. El miedo que experimenta un perro ante las situaciones de crueldad puede explicar que ciertos animales maltratados sientan temor a la hora de salir a la calle: cualquier ruido puede ser motivo de pánico. La falta de actividad física, la tristeza o una actitud depresiva pueden estar asimismo avisando de que el animal sufre episodios de violencia . La capacidad de jugar es una de las características que define a un perro sano y feliz. Un animal que, por el contrario, muestra recelos cuando se le propone una actividad lúdica o que, incluso, da signos de no saber jugar, son situaciones que pueden estar avisando de que el perro está sufriendo maltratos. Miedo a ciertos objetos, como la escoba Vigilar la reacción de nuestra mascota hacia ciertos objetos cotidianos es otra forma de detectar posibles maltratos sufridos por el animal. Un perro que huye despavorido, gruñe o se esconde ante utensilios de limpieza como una escoba o la fregona es probable que haya sido golpeado con un objeto similar en el pasado.
La soledad extrema es una forma, en ocasiones, poco evidente de maltrato a un perro. El can es un animal de manada, que precisa de las relaciones sociales y los lazos que se establecen entre los diferentes seres de su entorno para desarrollarse de un modo sano. Un perro privado del contacto con personas y otros perros, por lo tanto, sufre: experimenta un doloroso aislamiento. El daño que provoca la soledad abusiva en el perro se agudiza cuando la víctima es un cachorro o un can de corta edad. Un perro que ha padecido una soledad prolongada es posible que experimente una dependencia excesiva hacia su nueva familia. Es habitual que el can sienta terror ante la posibilidad de quedarse solo de nuevo. Este temor al abandono es lo que los veterinarios denominan ansiedad por separación. Un perro que sufre este trastorno suele perseguir de un modo anómalo al dueño cuando advierte que éste se prepara para salir de casa.