domingo, 13 de mayo de 2018

Reconocer la crueldad Animal Crueldad activa: que se inflige la crueldad (con la intención deliberada de hacer daño a un animal creando dolor y sufrimiento inmediato) Crueldad pasiva: (daños causados por negligencia deliberada creando sufrimiento prolongado).
Las siguientes son algunas señales: Los perros que se quedan solos en varias ocasiones sin comida ni agua, hasta a menudo encadenados en un patio Dejar morir a un perro ¿ARTE?
‘Habacuc’, desató polémica al dejar morir de hambre a un perro en una de sus ‘composiciones’ para una exposición de arte en Nicaragua Que podríamos decir de esta persona que además de ser un desgraciado es muy posible que sea un hijo no deseado, pudo haberle faltado alimento, que talvez estuvo solo y no fue querido, que se sentía vacío, que tal vez lo golpeaban o amarraban o lo encerraban, que tal vez fue un estorbo para sus padres, que fue abandonado y estaba solo en su casa o se crio en la calle, que tal vez fue víctima de las drogas, que en su familia no existía la comunicación y menos la empatía, que no conoció un te quiero, estoy orgullosa de ti, un abrazo, un te necesito; para que exista tanto dolo y disfrute de ver un animal o persona sufrir tanto se necesita haber sufrido mucho y tener la necesidad de desquitarse. “El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad”, Albert Einstein La desconfianza es una de las primeras señales que revelan que un perro puede estar sufriendo abusos. La falta de actividad física, la tristeza o una actitud depresiva pueden estar avisando de que un animal sufre episodios de violencia. El miedo que experimenta un perro ante las situaciones de crueldad puede explicar que ciertos animales maltratados sientan temor a la hora de salir a la calle: cualquier ruido puede ser motivo de pánico. Es a este proceso de pérdida de capacidad para rebelarse y controlar las situaciones que se le llamó Indefensión aprendida. El psicólogo estadounidense Martin Seligman realizó un experimento donde desarrolló su teoría de la indefensión aprendida. El estudio se efectuó sobre perros pero sus conclusiones han sido utilizadas en el tratamiento de la depresión, la obtención de información en reclusos o el estado de la sociedad actual. Seligman dividió a sus perros en dos grupos. Sometió a uno de ellos a descargas eléctricas aleatorias e indiscriminadas de las que no podían escapar, mientras que el resto de animales disponían de un dispositivo que al activarse lograba detener la serie de descargas. Después de un tiempo de aprendizaje, se pudo observar que al rodear a uno de los animales con un simple alambre electrificado, el perro del segundo grupo no tardaba en comprender que si saltaba el pequeño obstáculo quedaba en libertad; mientras que los individuos del primero renunciaban a la búsqueda, aceptando su reclusión. Sin embargo, no todos los canes con los que Seligman experimentó se volvieron “depresivos”. De los 150 animales en los experimentos (en los 60), una tercera parte no exhibieron dicho comportamiento, sino que encontraron la manera de salir de ese comportamiento a pesar de su experiencia previa. La teoría de la indefensión aprendida se ha utilizado para explicar la depresión. Cuando estamos deprimidos todo lo vemos gris y no encontramos ninguna solución, percibimos que no existe ninguna posible vía de escape a nuestro alcance; nos sentimos mal y no podemos hacer nada para cambiarlo. El razonamiento se nubla y aún las opciones que de otra forma veríamos como viables ya no parecen ser siquiera opciones.
Cuando es adoptado un perro y uno de los miembros de la familia no lo acepta aunque al principio se muestre afectuoso con él, a la larga se convierte en un problema, comenzando con un resentimiento que suele culminar en malos tratos a ese perro convertido en su foco de hostilidad. A veces al adoptar a un perro "no respondieron" a las esperanzas deseadas de la familia y son tratados como "perros difíciles", los perros viejos, con enfermedades crónicas, hiperactivos, discapacitados tiene mucho riesgo para ser maltratado y/o abandonados. Muchas parejas en la separación utilizan al perro para maltratar y chantajear al cónyuge “si te vas golpeo al perro o lo mato; otros usan al perro para llenar el vacío de la perdida de la pareja o cuando los hijos se independizan a esto se le llama (nido vacío). Los malos tratos se dan con más frecuencia en familias numerosas conviviendo en un espacio reducido, aislamiento social. El desempleo es igualmente un potente factor condicionante (Perro semi callejero) Ellos son los que sufren en silencio detrás de los barrotes de una jaula porque su condición física al no poder gritar ayúdame. Y, por desgracia, suelen ser abandonados o sacrificados. Muchos de estos perros son dejados en la azotea a veces solo sin comida y agua, está lesionado y no ha sido llevado a un veterinario, o está en jaula pequeña, posiblemente con muchos otros animales, se mantiene fuera sin refugio o en condiciones climáticas extremas, puede haber heridas en el cuerpo, cojera, manchas o falta de pelo, unos mueren de hambre, unos han sido golpeados por un coche o por los dueños, unos tienen collares incrustados, garras demasiado largas, infecciones oculares o dentales crónicas, fracturas no tratadas, garrapatas crónica, pulgas y parásitos, sarna severa, heridas no tratadas y abierto en el cuerpo, están hambrientos. Otras formas de reconocerlo: Que este aullando o ladrando continuamente, mordiéndose la cola, deprimidos es una señal de que algo está mal y debe ser investigado... Los animales que se encogen de miedo o actuar agresivamente cuando se acercó por sus propietarios La incapacidad de jugar o socializar Un perro que ha padecido una soledad prolongada es posible que experimente una dependencia excesiva hacia su nueva familia. Es habitual que el perro sienta terror ante la posibilidad de quedarse solo de nuevo y lleva a la Ansiedad por Separación. La desconfianza hacia las personas, en especial hacia aquellas no habituales en su entorno. Miedo a la hora de salir a la calle; cualquier ruido puede ser motivo de pánico. La falta de actividad física, la tristeza o una actitud depresiva pueden estar asimismo avisando de que el animal sufre episodios de violencia . Miedo a ciertos objetos, como la escoba