sábado, 28 de junio de 2025

Inhibición de la mordida
Una de las múltiples cosas que la madre enseña a sus cachorros es la inhibición de la mordida, y entre ellos mismos lo aprenden mediante los juegos de guerra. Esto les permite saber que deben ceder cuando la intensidad de dicha mordida es excesiva. En los animales sociales es muy importante el mecanismo de inhibición de la agresividad, ya que de no existir, muchos enfrentamientos acabarían en la muerte de alguno de los oponentes, y no es eso lo que se pretende para perpetuar la especie. Esto es lo que ocurre normalmente en una manada de lobos o en una de perros salvajes, es decir, en libertad y con animales equilibrados que pretenden aumentar su tasa de aptitud, entendiendo como tal el conjunto de conductas beneficiosas que conceden al individuo una ventaja adaptativa sobre el resto. Cuando uno de los perros muerde aparece un mecanismo que hace que durante la pelea, uno de ellos ceda mostrando al otro que debe parar la lucha o acabarán muy mal parados. Esta señal es la postura de sumisión que se adopta mediante la exposición de la zona ventral del animal al oponente tumbándose boca arriba. Esto hace de inmediato que el otro pare y no continúe con la lucha, además de indicarle que está en poder de la posición superior respecto al que está tendido. Evidentemente, la evolución ha hecho que estos mecanismos se conserven, ya que son efectivos y evitan muertes innecesarias, por lo tanto deberían aparecer también en los perros domésticos. Pero... ¿qué ocurre? Resulta que la selección que se lleva a cabo actualmente no es natural, sino artificial. Además, la mayoría de los criadores no se fijan en estos rasgos del comportamiento para seleccionar sus mejores ejemplares, sino en otros como una mejor caída de grupa, longitud del pelo o anchura de la cabeza. De este modo, dichas cualidades, tan importantes o más que las de belleza, dejan de perpetuarse y van desapareciendo . Procediendo de este modo conseguimos perros totalmente desinhibidos en lo que a agresividad se refiere: • que muerden sin dar ningún aviso previo, como posturas corporales o gruñidos • que no saben interpretar las señales que les manda el contrario y perpetúan la mordida hasta el límite • que nos muerden continuamente las manos y los tobillos en un afán constante de probar nuestra posición jerárquica ¿Qué es lo que hace que podamos obtener un cachorro equilibrado y apto para convivir en sociedad?. La cría responsable equilibrada y seria. ¿Por qué muerden los perros? Todos los perros necesitan morder. Su boca es una poderosa herramienta para optimizar sus factores de supervivencia. Muerden para obtener recurso, mantener su estatus e impedir ser depredados. Los cachorros aprenden mediante los juegos; los llamados "juegos de guerra", tan importantes y necesarios para el establecimiento de sus posiciones jerárquicas. Todos los que hemos tenido de cerca una camada de cachorros los hemos visto en algún momento en una situación de lucha que a algunas personas podrían parecerles comprometida, pero que sin embargo es necesaria en su aprendizaje. Vigilados por su madre, que es la que les otorga los cuidados parentales, utilizan sus dientes desde que erupcionan para morder objetos, a sus hermanos e incluso a ella misma, que sabrá cuando tiene que intervenir poniendo fin con un buen gruñido o incluso un amago de morderlos. Los neófitos en este terreno pueden pensar, y de hecho tengo muchas consultas al respecto, que es peligroso para ellos o incluso cruel, sin embargo, es lo normal. Es su forma de vida como perros, algo que a veces olvidamos por causa de la domesticación, que pretende que se comporten siguiendo unas reglas sociales propias de los humanos. Es importante por tanto, que sepamos interpretar las posturas corporales y señales comunicativas que los perros emiten, ya que de ello depende que comprendamos su lenguaje y sepamos actuar en consecuencia. ¿Por qué muerden los adultos? Para defender un territorio, a su progenie, o por disputar la jerarquía o a una hembra en celo. Es esto peligroso? No, siempre que sepamos que los ejemplares que se están midiendo son equilibrados y han sido criados y socializados correctamente siguiendo sus propias reglas y con relación al ambiente en el que viven. Cuando se encuentran en una lucha por la jerarquía, los perros utilizan la "estrategia del burgués". Ésta les permite evitar peleas innecesarias cuando lo que están disputando no les merece la pena, en cuyo caso se retiran ("estrategia paloma"), o pelear hasta el final si lo que disputan es valioso, como su territorio o sus crías ("estrategia gavilán"). Estas estrategias empiezan a ensayarlas desde que están en la camada junto a sus hermanos y a su madre y debemos tenerlas muy en cuenta a la hora de la jerarquización, tanto entre ellos como con nosotros. GRUÑIDO Un perro que gruñe fuertemente, demuestra estar en un estado de ánimo agresivo, que no contiene necesariamente componente alguno de miedo. Pero el gruñido no implica que el perro ataque. Por el contrario, generalmente, un perro gruñe más ruidosamente en situaciones en las que está dominado por la agresividad, pero en las que las inhibiciones sociales le frenan para atacar o morder. De esta manera, el gruñido se constituye en una clara demostración de poder y es primariamente dirigido contra enemigos cercanos al perro y a los cuales él no teme. En el momento mismo del ataque - si éste se produce- el gruñido se convierte de hecho, en un rugido. A mayor intensidad, el gruñido puede ser frenado por cortos y reprimidos ladridos sin un consiguiente ataque. Otro tipo de gruñidos, es el que se asemeja más bien a la intención de ladrido ordinario. Este tipo de gruñido se convierte y confunde con facilidad, en un tipo de sonido que nos recuerda un gemido o chillido. Pero debemos destacar pese a todo esto, que no existen diferencias tajantes entre los distintos tipos de gruñidos. El gruñido agresivo puede quizás ser llamado: «una intención de ladrido», con alta dosis de agresividad, que tiene valor y resonancias propios. Su misión es disuadir.

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