sábado, 28 de junio de 2025

La psicología del perro es diferente a la de los humanos.
Los perros captan la energía que proyectan los humanos. Tardan 10 segundos en saber QUÉ posición ocupas. Si te encuentran en un estado de ánimo bajo ocupan el puesto dominante. No debemos tratar a los perros como personas adultas ni como niños, ni como bebés. Los abrazamos y los besamos, se sientan a ver la TV. Tienen otra psicología y otra función. Al perro hay que EDUCARLO, no ser su papá o su mamá. Erróneamente muchos amos tratan a sus perros como a niños, los malcrían y los miman produciendo criaturas tiránicas, caprichosas, ansiosas y agresivas. El perro evolucionó del lobo, que vive en manadas en las que hay un líder reconocido y una escala de autoridad. CARIÑO. 1º EJERCICIO. En los paseos con tu perro debe ir a tu ritmo con la correa floja mostrando sumisión. Todo paseo es un ejercicio de disciplina que el animal acepta con agrado. Mediante el paseo se refuerza el liderazgo. El ejercicio consume la energía del perro que así no deviene en hiperactividad y agresividad (siendo especialmente importante en las razas de lucha y presa: pitbull, bulldog, rotweiler, etc). Mucha gente que tiene casas grandes o jardines, piensas que por tener ese espacio el perro ya hace suficiente ejercicio y eso para ellos no son más que paredes cerradas, necesitan estar en contacto con lo que son ¡naturaleza! Un perro sin ejercicio sin tener contacto con el exterior sin poder experimentar su instinto, por muchos mimos y cariño que se le dé nunca será feliz Cuando caminamos con nuestro perro y le enseñamos a ir a nuestro paso y ritmo le estamos aplicando disciplina y es donde comprende quien es su líder. Si no pueden hacer ejercicio, entre 4 paredes se DESESPERAN. 2º DISCIPLINA. Por la calle el perro irá siempre con la correa al paso tranquilo, enérgico, firme, decidido e indiferente del amo. Deben proscribirse las correas extensibles que refuerzan la sumisión del amo y la dominancia del perro. Ante un amo débil el animal toma las riendas, y tira…Nunca se recompensa al perro mientras no esté tranquilo. Las órdenes deben ser claras, firmes y enérgicas, proyectadas desde una energía dominante. Un gesto, regañar o chistar (“ssshh”) es suficiente para corregir, siempre desde un lenguaje corporal que muestre quién tiene el control, quién es el JEFE (postura erguida, inicialmente no mirarle a los ojos, no intimidarse, a veces ignorarle y arrinconarle de espaldas, mordisco con la mano en el cuello). No es crueldad, es lo que necesita el perro. Nunca se utiliza el nombre del animal ni palabras cariñosas cuando se le está ordenando algo o disciplinando (castigando) por mal comportamiento. Más adelante cuando se haya logrado la sumisión y la tranquilidad se le premiará con caricia y se le nombrará cariñosamente. Su nombre debe utilizarse sólo para experiencias positivas. 3º CARIÑO. En un ambiente de sumisión y calma es ya posible el juego y las manifestaciones de afecto incluyendo el uso del nombre y de frases positivas (“buena chica”) Si está excitado NO se le da el juguete, sólo si se muestra paciente y tranquilo. Ante una conducta agresiva no hay que CALMAR, hay que SOMETER (que se siente o se eche) y RETIRAR (llamar su atención, cambiar el objetivo de su mente, redirigirlo) La conducta del perro es una REACCIÓN a la de los humanos, que siempre son los responsables. Hacen lo que se les ha enseñado. El perro NO PIENSA, reacciona a la conducta del humano. En una camada o grupo de perros adoptan la posición o actitud de los miembros dominantes (hembras) de la familia. En muchas casas los perros SÓLO RECIBEN CARIÑO (ni ejercicio ni disciplina) y esto satisface al humano pero NO AL EL PERRO. Cuando el perro NOTA que el ser humano no representa totalmente la figura de autoridad NO LE OBEDECE. Entonces hacen lo que quieren, son los AMOS DE LA CASA y el propietario sólo VIVE en ella. Los perros necesitan REGLAS, LÍMITES, pero ante todo necesitan EJERCICIO. Luego será más fácil que obedezcan las reglas. ¡Practica tu liderazgo, no pienses qué hacer, simplemente hazlo! Ante un perro que ladra agresivo: no mirar a los ojos, afrontar erguido con los hombros hacia fuera, mantenerse firme reclamando tú espacio y se alejan de ti naturalmente. Los perros atacan por frustración, sobreexcitación, nerviosismo, inseguridad, inestabilidad y dominio. El 99% de los perros mal educados pueden rehabilitarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario