miércoles, 15 de marzo de 2017

Woody Mi primera Mascota
Cuando yo tenía 16 años mi mamá tenía un novio que se dedicaba a la crianza de viejo pastor ingles a mí me caía gordo no quería nada con él, me invitaba al teatro al cine a comer y yo seguía haciéndole el fuchi, un día mi mama me dijo que la acompañara a la casa de su novio guacala con ese tipo, pero creo que no tuve opción, cuando llegamos era un ladrerío impresionante yo le decía que pasa ¿cuantos perros tiene? Y le gritaba abre pero él decía no puedo los tengo todos sueltos y voy a tardar, mi mama muy tranquila dijo tu abre estamos acostumbradas a perros y abrió y me encontré entre 20 perro peludos, grandotes, y llenos de baba, apenas podíamos caminar entre ellos solo veía pelos, cuando llegamos a su casa pues el jardín era muy grande estaba empapada de baba, y lo más chistoso es que no me importo estaba encantada como semejantes perrotes eran tan cariñosos y babosos, mi mama no estaba tan contenta porque estaba muy arreglada y pintada y hasta el maquillaje le quitaron con tantos lengüetazos, no les quiero decir a que olíamos pero su Estee Lauder en aceite se evaporo, y su ropa estaba toda sucia desde ese día me empezó a caer bien su novio (bueno a veces). Yo como clásica adolecente le hacia la vida imposible para que no saliera con él y a ella se le ocurrió que cuando una perra tuviera cachorros me llevaba a la casa y fue excelente idea, había un cuarto exclusivo para una perra que tuviera camada y yo entraba y los acariciaba durante horas se me olvidaba que tenía mama y que estaba haciendo, se paraba el tiempo y solo existían los cachorros para mí, era increíble pues solo tenían días de vida y su mama me dejaba tocarlos, acariciarlos calentarlos era increíble sentir unos bebes indefensos chiquititos y tiernos y cuando me decía mi mama ya nos vamos me enojaba pues estaba muy a gusto hasta se me olvidaba comer el tiempo se detenia, ven Ismael nos invitó a comer y yo le decía tráiganmelo aquí, comer con ellos que aburrido aunque luego me convencían porque les decía que tal si vamos a La Mansión, o al Dos Puertas mi madre me veía con una cara de te quiero matar pero no sé porque siempre ganaba, pobres padres lo que hacen porque los hijos acepten a su nueva pareja. Después el me regalo un chow chow y fue mi primer mascota yo estaba súper contenta aunque la sirvienta no porque no dejaba de cagar, orinar y romper cosas pero a mí no me importaba yo tenía que limpiar, me sentía muy a gusto con él ya que cuando iba por la calle la gente se cruzaba porque le daba miedo, no sabían que era un menso que lo único que quería era ponerse de panza y que lo papacharan, era tan tranquilo que lo lleve a un concurso de belleza y le dieron un premio de cachorro y yo le decía al juez no ya es adulto, me vio con cara de niña loca y se fue, en esa época yo tenía un novio al cual le encantaba Woody y me lo pedía prestado, un día estando yo en mi casa tocaron la puerta y señora de la limpieza me dijo es su novio, le comente dile que me espere unos minutos, claro a las mujeres nos gusta arreglarnos y el me llego por sorpresa pero la sorpresa me la lleve yo porque cuando baje ya no estaba se llevó a mi perro a pasear, como a la hora y media tocan la puerta y era el con Woody cargado y le dije porque lo cargas, es que me lo lleve a pasear y a la mitad del camino se hecho al suelo y no quiso volver a caminar, yo muerta de risa me pareció lógico un día caluroso y un chow chow que es un perro que trae un abrigo permanente se acaloro, tuvo suerte que no le dio un golpe de calor, y le dije pobre perro como le haces eso y él estaba indignado tengo 5 cuadras cargándolo estoy a punto de desfallecer, me duele todo!!!, bueno déjame a mi perro y vete a dormir a tu casa y que te cuide tu mama, se fue un poco enojado. En esa época yo le llevaba 10 años a mis primos solo 2 de ellos teníamos la misma edad pero juntos dábamos mucha lata así que mi madre se iba con las hermanas que tenían los hijos más pequeños y yo me aburría muchísimo así que me llevaba a Woody para que todos mis primos lo acariciaban mientras yo me iba a ver televisión sin mocosos, luego como mi tía vivía en un condominio horizontal los niños podían salir a la calle pero no del conjunto así que me decían tu eres la grande llévalos a los juegos porque son muchos niños para estar aquí en la casa ¿yoooooo, porque? así que los llevaba y les dejaba a Woody al lado y no sé porque nadie se les acercaba y me regresaba a ver televisión, luego mis tíos se daban cuenta y los niños dónde están? Y yo con toda la normalidad del mundo con Woody ¿Cómo? Iban por ellos y Woody a su lado y todos jugando y mis primos presumiendo que cuidado y les hicieran daño porque Woody los protegía, por supuesto estaba súper dormido, lo desperté y le dije de regreso se sacudió un poco y se acercó a los niños y ellos lo siguieron de regreso, y les dije a mis tíos ya ven lo tengo bien entrenado, supongo que si alguien se acercaba a ellos para lastimarlos Woody los hubiera protegido porque cuando tuvo a su hijo salió a defenderlo pero eso lo platico después. Luego cuando entre a la Universidad me lo llevaba de vez en cuando y ponía un letrero “Cuidado con el perro no lo vaya a pisar” ya que el canijo se ponía al lado del escritorio del maestro el cual lo tenía que saltar para sentarse en su escritorio. Una vez que fui a la dirección me lo lleve y el policía me dijo “no puede entrar su perro” ¿Cuál perro ese no es mío? Entonces porque la sigue, porque le caigo bien, se acercó para que no entrara y le dije: cuidado esos perros son muy agresivos lo puede morder, el policía muy asustado no sabía que hacer pues no podía dejarlo entrar pero Woody se siguió y como quien dice alcáncenme, entre a la dirección y como era su costumbre se acostó a la mitad de la oficina y las secretarias fueron muy rápido a acariciarlo y el encantado hasta salió el director ¡Qué bonito! Y también lo acaricio, canijo director para que te hiciera caso tenías que hacer cita y con Woody NO. Era increíble tener un perro que podías llevar a todos lados lo subía a mi coche y lo llevaba con mis amigos y familiares y cuando iba paseando con el me sentía muy segura pero también conocía mucha gente porque les parecía muy bonito y se dejaba acariciar Luego le buscamos novia y es cuando tuvimos a Robin y él se quedó con mi mama, solo que él era completamente distinto poca gente se le podía acercar a mi mama a menos que los conociera entonces si lo podías acariciar, mi mama nunca lo entreno pero era su guarda espaldas, sin embargo una vez se acercó un perro más grande que él y le gruño y él se quedó paralizado y en eso salió Woody y se puso enfrente de Robin y le mostro los dientes al perro luego le gruño y el perro se fue, mi mama y yo nos quedamos atónitas Woody agresivo defendiendo al neurótico no puede ser, pero claro era su hijo y creo que como todo padre hubiera peleado y hasta dado su vida por su hijo. Después de unos años Woody empezó a dormir casi todo el día y eso no era normal, siempre fue flojo pero no a ese grado lo lleve a varios veterinarios para que le hicieran estudios, unos me decían que era un problema de cadera y que había que operarlo, otros que tenía cáncer en los huesos, el chiste es que cambiamos de veterinarios como de ropa y había diferentes diagnósticos, en ese entonces yo le daba unos supositorios para el dolor y entonces era el verdadero Woody pero si no se los ponía el dolor lo hacía quedarse todo el tiempo acostado, después de un tiempo de ver que con varios tratamientos no mejoraba decidí dormirlo, esa ha sido una las decisiones más difíciles que he tomado en mi vida, el día que lo inyectaron fue en mi casa y no paraba de llorar, estuve acostada a su lado varias horas y esa tarde con los ojos hinchados y con dolor de cabeza mi familia me ayudo y lo enterramos en el jardín, durante mucho tiempo no podía ver en la televisión ningún programa o película que hablara y tuviera un perro porque lloraba, y por más que me insistieron no quise tener otra mascota , me sentía mala, que le había fallado, que tal vez debí de llevarlo a otros veterinario, que no luche lo suficiente y que no tenía derecho de quitarle la vida, me sentía tan culpable que no merecía tener otro perro. Después de muchos años cuando tuve a mi hija y ella tenía 3 años había un salchicha que entraba al patio de mi casa junto con un cocker a jugar y luego venía sus dueños a la casa por ellos, así pasaron varias veces hasta que la mama de ellos se dio cuenta que el perro salchicha Lucas estaba más contento en mi casa que el la suya y decidió regalármelo, me gustó la idea porque mi hija lo quería mucho y yo me encariñe también con él y en ese momento empezó otra historia en la cual cuando me separe del padre de mi hija comencé una nueva vida regresando al D.F. Trabajando como psicóloga y en una consulta que tuve con un niño autista al cual no podía lograr que hablara lleve a Lucas y dijo su primera palabra en 6 años (guau), y fue entonces decidí estudiar etología y ser zooterapeuta

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